Dicen que la vida no se mide por el número de respiraciones que tomamos, sino por el número de momentos que nos hacen contener la respiración. A mí me gusta capturar esos momentos, contener esa respiración, y me gustaría compartirlos con vosotros.
Así que os propongo un viaje por las emociones que nos trasmite la fotografía, amenizado por escritos y toda la diversión que queráis añadir con vuestros comentarios. ¿Os apuntáis?
A punto de pasar página a este sofocante agosto, adjunto la portada 'veraniega' de la Fertilidad de la Tierra.
Lo hago por orgullo - la fotografía la tomé yo mismo (y sin ayuda, je, je) - y para ayudar a difundir a esta, por otro lado ya arraigada, revista sobre agricultura ecológica...y mucho más. Visitando su web os daréis cuenta del cariño con la que la hacen.
Aprovecharé para mostraros otra foto de mi agricultor modelo, Albert. Desde luego que él también vuelca mucho cariño a su campo... y comercializa sus productos a través de Aigua Clara.
La noticia del alzamiento militar en Mali, el pasado 22 de marzo, me sumió en la melancolía y la preocupación por el pueblo con el que compartí mi viaje más intenso. Un pueblo amable, cálido, alegre, que llevo en el corazón.
Pero fue la noticia que da nombre a esta entrada la que me revolvió las tripas. Os recomiendo que la leáis entera, pues habla de las reivindicaciones y acciones tomadas por el pueblo tuareg y de la situación de abandono, indefensión, o qué sé yo, en la que ha quedado Tombouctú.
¿Cómo que ceden el control "grupos salafistas más o menos vinculados a Al Qaeda"? ¡Por favor...! ¿Qué será de su gente? Sufro por ellos. Sufro por Vingtu y los niños, por Ismael y la Biblioteca Andalusí de Tombouctú, ...
Ahora bien, estoy convencido de la fuerza del pueblo de Tombouctú. Sólo hay que conocer un poco de su historia para saber que han vivido muchas turbulencias a lo largo de su historia y que ninguna ha podido con ellos.
Tras muchas aventuras y desventuras, mi trabajo
fotográfico-literario sobre L’Horta de València ha visto la luz en forma de
libro. Recorriendo sus páginas de la misma forma que recorrí yo los caminos y
veredas de la huerta – de forma pausada y con mirada curiosa – espero que los
que la conozcan redescubran cosas nuevas, los que no, aprecien su belleza y
todos, reflexionemos sobre el paso del tiempo.
En el plano técnico, os diré que sus 144
fotografías fueron tomadas entre 2009 y 2010 y están distribuidas en 192
páginas y 3 desplegables a todo color. Al final del libro podréis ver los
detalles de cada una de ellas – como sus coordenadas GPS, fecha de toma, etc. –
y buscarlas sobre 2 mapas de fotografías aéreas de 1956, el llamado “Vuelo
Americano” del Plan Marshall.
Pero lo más importante es, sin duda, saber que se
trata de un libro nacido de la curiosidad y respeto por un espacio
paisajístico, social y cultural único, y que en palabras de Herminio Boira,
extraidas de la preciosa presentación que ha escrito para el libro:
Es un libro para “leer” con nostalgia y
cariño. Para disfrutar de la imagen y el colorido. Nos invita a no olvidar
nuestros orígenes ni nuestro reciente pasado y a reflexionar sobre las formas
de vivir en el tiempo.
Gracias a todos los que aman esta “huerta fecunda
y sonriente” y que contribuyen cada día a que no se apague su llama.